“Amal, la Maestra que Desafió al Extremismo con Libros y Libertad”
Jawad Rhalib ha construido una carrera que se distingue por su compromiso con temas sociales y culturales de gran calado. En sus primeras obras documentales, ya exploraba cuestiones de identidad, inmigración y conflictos sociales, dándole voz a personajes marginados o incomprendidos. En títulos como Les Hirondelles ne meurent pas à Jérusalem y El Ejido, la loi du profit, Rhalib se adentraba en historias de lucha y resistencia, revelando cómo las tensiones culturales pueden dividir tanto como unir.
Con esta película, Rhalib traslada su mirada aguda y su estilo directo al ámbito de la ficción, llevando su exploración sobre la coexistencia cultural a una nueva dimensión. Amal, su protagonista, personifica esos ideales que él ha defendido como cineasta: la libertad de expresión, la importancia de la educación y la necesidad de desafiar los dogmas. Al profundizar en la vida de esta profesora decidida, el director no solo explora un conflicto escolar, sino que realiza una crítica sutil de los desafíos actuales en Europa, mostrando cómo el choque de valores afecta tanto a las instituciones como a los individuos.
En esta ocasión, Rhalib explora el tema desde la figura de Amal, una profesora francesa en Bruselas que lucha por inspirar a sus alumnos en valores universales como la libertad de expresión y la tolerancia. Con la colaboración en el guion de David Lambert, el relato adquiere profundidad al enfrentar los valores democráticos de Amal con las resistencias de estudiantes influenciados por el extremismo. La tensión que nace de este enfrentamiento define el ritmo, creando una atmósfera de creciente desafío y peligro.
Lubna Azabal, en el papel de Amal, ofrece una actuación conmovedora y firme, capturando a una mujer convencida de que la educación es un pilar para un mundo mejor. Azabal maneja con destreza el equilibrio entre la vulnerabilidad y la determinación, generando una empatía casi inmediata. Junto a ella, Fabrizio Rongione y Catherine Salée encarnan personajes clave que aportan matices al conflicto principal, construyendo un tejido de personajes complejos y matizados que reflejan las tensiones de una sociedad multicultural.
Durante el rodaje, el equipo tuvo que sortear dificultades logísticas en algunas escenas rodadas en barrios populares de Bruselas, lo cual se tradujo en una autenticidad visual palpable que contribuye a la crudeza de la historia. La dirección de fotografía, a cargo de François Dumont, refuerza esta atmósfera; con tonos fríos y contrastes marcados, el paisaje urbano se convierte en un personaje más, reflejando una Europa atrapada entre su tradición y sus desafíos contemporáneos.
El vestuario y el atrezo son discretos, orientados a reflejar la cotidianeidad del entorno escolar y las tensiones sutiles de cada personaje. La banda sonora, en cambio, se emplea con inteligencia, marcando los momentos de mayor intensidad y reforzando el mensaje de lucha pacífica de Amal.
En su conjunto, esta película no solo es una obra potente en lo narrativo y visual, sino también un reflejo del progreso de Jawad Rhalib como director. Su habilidad para abordar temas complejos y presentar personajes llenos de matices se afianza aquí, presentando una evolución que lo consagra como un director que sabe cuestionar y conmover al espectador.
En conclusión, esta película es una defensa apasionada del poder de la educación como herramienta de cambio social. Rhalib nos lanza una pregunta crucial: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para defender los valores que creemos fundamentales? Amal, en su lucha, nos recuerda la importancia de estos ideales, y nos deja con el mensaje de que el verdadero cambio comienza en las aulas, aunque el precio a pagar pueda ser alto.
Xabier Garzarain


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