“Los poderes de Lolo”, resistir, inspirar y luchar por la libertad.
El documental “Los poderes de Lolo “dirigida por Itziar Bernaola, se adentra en la vida de Lolo Rico, una figura fundamental en la televisión española y creadora del icónico programa infantil La bola de cristal. El documental, que tuvo su presentación en la 72ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, ciudad en la que Lolo fue enterrada tras su muerte en 2019, muestra su perfil más personal a través de la visión de sus hijos y amigos, quienes retratan a una mujer que no se conformó con el papel tradicional que le asignaba la sociedad y conquistó la libertad en un mundo de hombres. San Sebastián fue para ella una segunda casa, un lugar donde pasaba largas temporadas que le brindaban tranquilidad y paz, permitiéndole lo que ella consideraba más importante: tener un espacio de serenidad para poder crear. Además, esta obra conmemora los 40 años del programa La bola de cristal, un programa televisivo emblemático de los años 80 que marcó a una generación entera.
Bernaola, aclamada por su capacidad para abordar temas complejos y emocionales en su filmografía anterior, explora con sensibilidad la resiliencia ante la adversidad en Días de sombra (2017), la búsqueda de identidad en Espejos rotos (2019) y el cuestionamiento de las normas sociales en Al otro lado del río (2021), regresa con este conmovedor homenaje a la figura de Lolo Rico, co-dirigido junto a Miguel Albarrico, hijo de Lolo. En esta obra, Bernaola se sumerge en la vida de una mujer que no solo revolucionó la televisión infantil, sino que también cuestionó las normas sociales y políticas de su tiempo.
La narrativa fluye con un ritmo envolvente que captura la esencia de una época de cambios, marcada por una lucha constante por la libertad de expresión. La trama se desarrolla a través de una serie de entrevistas, recuerdos y fragmentos del programa La bola de cristal, donde Lolo utilizó su plataforma para dar voz a generaciones enteras de niños y adolescentes, tratando temas que iban más allá de lo superficial. La mezcla de elementos autobiográficos y la recreación de su influencia en la cultura pop española dan como resultado una experiencia cinematográfica cautivadora.
La actuación es formidable, con un elenco que logra reflejar la complejidad de los personajes que rodearon a Lolo. La interpretación de la protagonista se siente genuina y profunda, ofreciendo una ventana al alma de una mujer que enfrentó numerosos obstáculos, incluido el maltrato físico y emocional en su vida personal. Este trasfondo es fundamental para entender la resiliencia de Lolo y su lucha contra la censura y los prejuicios de la sociedad de su tiempo.
Los poderes del oro no solo celebra a Lolo Rico, sino que también establece conexiones con otros iconos de la movida madrileña. Junto a grupos como Radio Futura, Nacha Pop, Loquillo y Los Trogloditas, Parálisis Permanente, y Los Toreros Muertos, la película ilustra cómo Lolo fue un trampolín para muchos artistas. También destaca la figura iconoclasta de Javier Urruchaga y su incomparable banda, la Orquesta Mondragón, que supuso un antes y un después en nuestra infancia y marcó una época. Lolo tuvo la visión de traerlos y convertir el escenario underground en la música pop, dando así voz a talentos que luego se convertirían en grandes estrellas de la televisión y la música.
La banda sonora juega un papel crucial, evocando la nostalgia y la energía de la movida madrileña. Las canciones que acompañan la narración son un recordatorio poderoso de la influencia de Lolo en la cultura musical de la época, así como de su capacidad para hacer de la televisión un medio de transformación social.
En resumen,”Los poderes de Lolo”es más que una simple película; es un mensaje de resistencia y una oda a la libertad de pensamiento. A través de la historia de Lolo Rico, Bernaola nos recuerda que, como seres humanos, tenemos una capacidad infinita de resiliencia. La vida de Lolo es testimonio de ello: una mujer que luchó contra la censura, los prejuicios y las adversidades con una firmeza inquebrantable. Su legado sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones a ser críticos, a cuestionar y, sobre todo, a buscar la verdad. Esta película celebra el espíritu indomable de una mujer que nunca se conformó con menos que la libertad y la justicia, demostrando que la lucha por la autenticidad y los principios es siempre digna y poderosa.
Lolo se erigió como un faro de esperanza y valentía, demostrando que el arte puede ser un vehículo de cambio y liberación.
Xabier Garzarain








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