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Mostrando entradas de mayo, 2025

Misión Imposible – Sentencia Final: la batalla contra la invisibilidad del poder.

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  Hablar de Christopher McQuarrie es hablar de uno de los guionistas más afilados y directores más meticulosos del cine de acción contemporáneo. Comenzó su carrera en la escritura con el guion de  Sospechosos habituales  (1995), por el que ganó el Oscar, y desde entonces ha desarrollado una relación simbiótica con Tom Cruise, convirtiéndose en la piedra angular creativa de la franquicia  Misión Imposible . Desde  Nación secreta  (2015), pasando por la aclamada  Fallout  (2018), hasta llegar a esta  Sentencia final  (2023), su evolución como director ha estado marcada por una ambición creciente: transformar el blockbuster en una herramienta narrativa compleja, reflexiva y asombrosamente precisa. En  Sentencia final , McQuarrie da un paso más allá. Aquí no solo orquesta las secuencias de acción como un compositor maniático del ritmo, sino que sitúa a sus personajes dentro de un mundo dominado por una amenaza etérea y profundamente con...

El jockey: Una redención a galope de fiebre.

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Desde sus inicios, la obra de Luis Ortega ha estado marcada por una tensión constante entre el descontrol y la poesía, entre lo marginal y lo trascendente. De  Caja negra  (2002) a  El ángel  (2018), pasando por las series  Historia de un clan  (2015) o  El marginal  (2016), Ortega ha ido refinando una mirada que siempre ha girado en torno a personajes en fuga: jóvenes violentos, criminales encantadores, seres atrapados en su propia ficción. Su cine no juzga, no ordena; observa. Y en  El jockey , su película más ambiciosa y madura hasta la fecha, lleva esa mirada a un nuevo umbral: el de la desaparición, el desvanecimiento de una identidad, la construcción de un fantasma en tiempo real. El guion, firmado por Ortega junto a Rodolfo Palacios y Fabián Casas, se apoya en una fractura deliberada, una narrativa quebrada que acompaña la caída libre del protagonista. Lejos de buscar una estructura clásica, los autores apuestan por una forma que se pa...

“Jane Austen arruinó mi vida:”entre tazas de té y páginas en blanco.

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Con  Jane Austen arruinó mi vida , Laura Piani firma su primer largometraje de ficción tras una trayectoria consolidada en cortos intimistas y series digitales centradas en la identidad femenina. Hasta ahora, su universo se había caracterizado por retratos delicados y contemporáneos de mujeres que se buscan a sí mismas, muchas veces a contracorriente. Este debut en el largo no solo mantiene esa mirada sensible y empática, sino que la amplifica en clave romántico-literaria, con el aroma de los clásicos y la torpeza encantadora de nuestra era digital. La trama sigue a Agathe, interpretada con ternura y carisma por Camille Rutherford, una joven francesa que sueña con escribir y vivir un amor como los de  Orgullo y prejuicio . El punto de partida es una librería con leyenda, Shakespeare & Co., casi un personaje más en esta historia que hace de los libros y las ilusiones su materia prima. Una invitación a la Residencia de Escritores Jane Austen en Inglaterra parece la solución ...

MOBLAND: sangre azul y pólvora seca en el Londres del crimen.

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  Guy Ritchie ha pasado de retratar a pequeños delincuentes de East End con modales de pub y deudas con el infierno, a construir imperios criminales con sabor a tragedia griega. Su carrera, más que una línea recta, ha sido un mapa lleno de desvíos, vueltas a casa y tentativas de escapar de sí mismo. Comenzó con fuerza con  Lock & Stock  (1998) y  Snatch  (2000), dos películas que definieron una estética y una cadencia narrativa: planos frenéticos, saltos temporales, humor corrosivo y una galería de personajes entre el ridículo y la amenaza. Tras estos éxitos, se adentró en el Hollywood mainstream con  Sherlock Holmes  (2009) y su secuela, donde puso al servicio de una gran franquicia su talento para el ritmo visual. Pero el precio fue perder algo de su ADN.  The Man from U.N.C.L.E.  (2015) o  Aladdin  (2019) evidencian esa búsqueda de relevancia industrial, a veces a costa de su personalidad autoral. No obstante, en la última dé...

“Tierras perdidas”: en el corazón oscuro de los deseos.

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  Paul W.S. Anderson es un cineasta que ha construido su carrera en la periferia del prestigio, pero en el centro del entretenimiento de culto. Desde sus inicios en los años noventa, ha sido objeto de devoción y desprecio a partes iguales. Su debut,  Shopping  (1994), una estilizada historia de adolescentes marginales en un Londres distópico, ya anticipaba su inclinación por lo visualmente agresivo y su rechazo a las convenciones narrativas clásicas. El éxito internacional llegó con  Mortal Kombat  (1995), donde supo trasladar la estética de los videojuegos al cine sin perder identidad cinematográfica. Pero sería con  Event Horizon  (1997), una ópera de horror cósmico incomprendida en su momento, donde empezaría a definirse su marca autoral: mundos cerrados, violencia como lenguaje, personajes atrapados entre la voluntad y el destino. La saga  Resident Evil  (2002–2016), protagonizada por su esposa y musa Milla Jovovich, convirtió a Anderson ...